viernes, 19 de febrero de 2016

Día 7-18 Enero, una de cal y otra de arena


  Ayer había ido a ver un museo aeronáutico, pero como ya anticipé tenía otro localizado, en este caso exclusivamente militar, el de la RAAF, las fuerzas aéreas australianas. el museo está situado a unos 25Km del centro de Melbourne, previamente el día anterior me había intentado informar en la oficina de turismo de como llegar, sin embargo la información que me dieron fue bastante incorrecta.
  Por la mañana y antes de ir a la estación intenté, sin suerte, localizar un autobús que parecía que iba directo desde la ciudad, lo busqué sin éxito durante unos 10', y lo único de provecho fue encontrar una furgoneta ambulante que básicamente era como una cafetería móvil, aprovechando para tomar , algo que en Australia llaman café, ¡¡ que malo, por Dios ¡¡

Cafetería ambulante en Melbourne
  Así que siguiendo las instrucciones de turismo, me dirigí a la estación Flinders Street y cogí un tren dirección Werribee, durante el camino que ya conocía, aproveche para fotografiar, el estadio Etihad, ya que desde el tren era uno de los pocos sitios desde donde se veía el lateral, y un templo en construcción que había visto ya previamente, que supongo sería chino, asimismo y una vez habíamos salido de Newport, pude fotografiar aunque desde lejos los antiguos talleres ferroviarios, cuyos edificios de ladrillo oscuro y cubierta a dos aguas se distinguían, y donde se fabricaron en su momento, una gran parte de las locomotoras que pude ver en el museo.





Aprovechando el viaje para fotografiar cosas de mi interés
 Finalmente llegué a la estación de Aircraft, desde esta  se suponía según las indicaciones que me dieron, que tenía que coger un autobús, lamentablemente para mi este de pronto giró a la izquierda, y tal como indicaba la app de HERE, un software que resultó ser esencial, y que tengo instalado en el móvil, y que tiene la ventaja de funcionar sin conexión a internet, me indicaba que me alejaba de mi destino, por lo que no tuve más remedio que bajar, quedaban unos 6 Km hasta la base aérea y su museo, pero no tenía otra opción, andar y andar.

Estación de Aircraft
  Me lo tomé con calma ya que ese día el sol pegaba de lo lindo, pero ya estaba avisado y la correspondiente gorra cubría mi cabeza, además tenía las manzanas Australianas que había comprado, al menos pensé entre mí, la zona no la conozco y veré algo nuevo, efectivamente que lo vi, la zona era cualquier cosa menos un barrio obrero o pobre, mas bien de clase media-alta o alta directamente, resorts, urbanizaciones privadas, elegantes casas de planta baja y piso, y todo en una zona que todavía se veía bastante virgen y con inmensas posibilidades de desarrollo.






Zonas residenciales y espacios infinitos
  Estaba llegando a la base de la RAAF y lo que no debería de haberme pasado nunca me pasó, (después y lo veremos posteriormente, el error fue un acierto), el museo cerraba los lunes, para alguien que se supone organizado como yo, era imperdonable, pero el hecho de todos los museos (salvo los que funcionan con voluntarios que solo suelen abrir los fines de semana), en Australia abren todos los días del año, salvo dos días, hizo que lo creyera norma, sin embargo este de la RAAF era la excepción, y funcionaba a un estilo muy español, cerrando los lunes.


Acceso a la base de la RAAF
  Empecé a desandar lo recorrido, por suerte no tuve que  volver a hacer los 6 km, ya que a un 1 km de la base encontré una parada de autobús, que se dirigía a una estación de tren, pero que era la siguiente a la que había parado, y que es la que realmente tiene la comunicación mas directa con la base, entonces me di cuenta de que me habían dado instrucciones equívocas, al menos por esta parte ya sabía que tenía que hacer cuando volviera al museo. Mientras esperaba el autobús me pasaron dos críos de no más de 14 años con dos bicicletas de montaña, pero con un ruido de mosquito ensordecedor y a mucha velocidad, al pararse para entrar a la carretera observe, que en el cuadro, estaba acoplado un pequeño motor con transmisión por cadena a la rueda trasera y su correspondiente depósito, una BTT con motor, algo que es legal en Australia y que aquí seguro causaría furor.



Curiosas BTT con motor, en España causaría furor
 Al cabo de una espera bastante larga, ya que en el extrarradio, la frecuencia puede ser de 60' o más, que en fin de semana se larga hasta las dos horas, tomé el autobús que me llevó a la moderna estación de Williams Landing, retornando a la ciudad, la realidad es que había sido una mañana prácticamente perdida.


Estación de William Landing
  Por la tarde me dirigí a una zona de Melbourne donde estaban varios concesionarios de motos prácticamente agrupados, Victory, Norton, Indian y Ducati, el motivo era básicamente quitar peso del equipaje, aunque suene a chiste era así, me había llevado conmigo unos ejemplares de mi libro de Ducati, dos de los cuales los pensaba regalar a Motorcycling Australia donde pensaba que estaba la moto de Mike Hailwood y cuyo local estaba en alquiler, por lo que todavía estaban en mi poder, y desde luego los libros no podían retornar a España ya que su peso, (1,7Kg) sería sustituido por lo que fuera comprando estos días, y ya había comprado tres libros de trenes, por lo que teniendo en cuenta lo estrictas que son las compañías aéreas respecto al peso, tenía que aligerar.
 Desde luego Australia es para todo otro mundo, y en las motos también, tiendas enormes con decenas de motos expuestas y en ¡¡ La calle ¡¡ de verdad que espectacular, después de ver aquellos enormes aparatos muy al estilo americano, me dirigía a  la más modesta pero igualmente gran tienda de Ducati-Norton.




A grandes distancias, grandes motos

  Entré dispuesto a regalarles los dos libros, dirigiéndome al mostrador, entablé conversación con el hombre, que cuando vió a un tipo español, chalado por las ducati y que encima le regalaba dos libros, alucinaba, en ese momento y por el rabillo del ojo percibí una masa pintada de azul y amarillo, ¡¡ no podía ser ¡¡ la moto que tanto buscaba la tenían ellos, ¡¡ claro que se merecían los libros  ¡¡, el subidón que me dio fue enorme, var una moto de 1977 en la que Mike hailwood disputó las 6 horas de Adelaida, y que estoy seguro, con el tiempo acabará siendo otra moto mítica de la marca, no tenía precio para mí y como es evidente me hicieron la mar de encantados una foto.







Sin esperarlo mi moto soñada apareció como de la lámpara de Aladino

  El día había pasado de ser oscuro totalmente a ser luminoso, pero todavía quedaba tarde para disfrutar, ya que en las cercanías de la tienda estaba el famoso Melbourne Market, un equivalente al antiguo Born de Barcelona, cerrado evidentemente pero atractivo como edificio.




Un mercado con sabor antiguo
  Tenía el hotel a algo más de un par de Km por lo que sin un rumbo fijo, pero con la dirección del mismo definida fui caminando, de pronto y en un parque a lo lejos divisé unas formas reconocibles, eran los tres tranvías restaurantes, estaba en racha y además estaba la encargada que resultó ser italiana, por lo que averiguar que se podía cenar,a partir de unos 120 AUS $ (80€) no fue dificil, pregunté si podí subir a fotografiarlos lo que se me negó, pero me las ingenié y algo pude hacer sin que nadie se diera cuenta.




Realmente tiene que ser un gustazo cenar recorriendo Melbourne, pero a precios prohibitivos
   La tarde estaba finalizando, pero todavía tuve tiempo de ver algunos de los maravillosos y policromados tranvías, uno de los más impactantes es uno de los antiguos pintado en plata y con los logos del Monopoly de Melbourne, en cuanto a los mas modernos, el colorido y variedad genial.




Variedad absoluta de tranvías
  Finalizaré con otra de las absurdidades de la circulación, y no es porque circulan por la izquierda, es que si van por un avenida de dos direcciones y han de girar a derechas lo lógico, creo yo, sería que giraran por el carril derecho, pues no señor, en la mayoría de calles obligan a hacerlo por la izquierda y es complicado de verdad.

Conducir en Australia, uffffff
  Por suerte para mí el día se había arreglado y mañana prometía ser mejor, por la mañana volvería a intentar visitar el museo de la RAAF, y por la tarde llegaba un amigo al que solo conocía de cartearme via email desde hacía 7 años y que venía a verme desde Tasmania.

Próximo capítulo, dia 8-19 Enero mañana, otra vez el museo de la RAAF

  





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