viernes, 4 de marzo de 2016

Día 10-21 Enero tarde, Castlemaine


   La mañana había sido excepcionalmente buena y ahora nos quedaba la aventura de la tarde, solo sabíamos que en la cercana ciudad de Castlemaine, teniendo en cuenta las distancias australianas, existe un tren turístico de vapor, aunque como estábamos en verano, lo más probable es que la tracción del tren estuviera, (en caso de que ese día funcionara), a cargo de una locomotora diesel.




   Al menos y para desplazarnos a esta ciudad deberíamos de coger un tren convencional, por lo que podría darme un poco de cuenta de la manera de funcionar de los trenes de pasajeros en Australia.




  Al principio del camino pude ver una de las terminales de contenedores cercanas a Melbourne, y las bases de las locomotoras destinadas a los trenes de mercancías.




  La unidad de tren que nos desplazó era una tripleta diesel muy parecida a las que tiene RENFE, cómoda y rápida ayudada por una vía que me pareció excelentemente estabilizada, durante el camino pude empezar a vislumbrar la realidad de la gran Australia de llanuras inmensas con granjas de gran tamaño y con bastante ganado vacuno, también es verdad que estábamos bastante cerca de la costa y esta parte nada tiene que ver con las inmensas llanuras desérticas del pais.





  De todas maneras esos 120Km fueron suficientes para darme cuenta cuando paraba el tren en alguna de las estaciones, que estas servían a comunidades muy pequeñas que en muchos casos habían surgido al haber encontrado en su momento alguna mina, cuando esta agotó su filón la pequeña población quedó prácticamente abandonada, y solo quedaron algunos granjeros, a pesar de la poca población que se intuía que tenían estas comunidades, se veía que el tren tenía una amplia utilización.




  Castlemaine es una pequeña ciudad de algo más de 6500 habitantes, como muchas otras australianas nació gracias al hallazgo de oro y en la época de extracción de este metal precioso llegaron a vivir en sus cercanías más de 25000 personas, todavía subsiste el teatro real que es el más antiguo de Australia que continua dando representaciones.





  También y cono sucede en toda Australia, la historia tiene mucho valor para sus habitantes, y se pueden localizar facilmente viejas placas conmemorativas o memoriales referidos a las guerras en que han participado los australianos, en este caso también encontramos como muestra de ello un antiguo cañón alemán de la segunda guerra mundial requisado como botín de guerra.




  En cuanto al tren este circula los miércoles y se dirige a Maldom una pequeña población que creció también con el oro y por la que se hizo un ramal ferroviario que la une a Castlemaine, hoy en día ese ramal ya no forma parte de la red convencional, pero no ha sido desmantelado y sirve para hacer los trenes turísticos históricos del Victoria Goldfin Railways, aunque en ese día no pudimos hacer el viaje en tren, yo estaría todavía más de una semana en Melbourne y me propuse hacer el viaje.
  Ya con lo que se veía en la vieja estación, se podía intuir que este sería casi como un trayecto a traves del tiempo, ya que parte del material ferroviario de esta sociedad estaba estacionado en una playa de vías que nos transportó al siglo pasado, con todos los mecanismos de mando manuales y con unas curiosas transmisiones mecánicas que no había visto jamás.







 En el viaje de retorno pude ver a unos jugadores entrenando al cricket, uno de los deportes típicamente australiano, además de la prisión de media seguridad de Loddon situada a unos 4 km de Castlemaine, asimismo pude comprobar que al menos en las afueras de la gran ciudad la construcción en madera todavía es algo habitual como en los EE.UU.




  Al llegar a Melbourne el día empezaba a declinar y el sol bajo hacía todavía mas bonitos  a los incansables tranvías de servicio, tenía que descansar ya que mañana y con mi amigo, tenía que ir al tren turístico del Puffing Billy, el que se anuncia como el más famoso tren turístico de Australia, el día prometía ser muy interesante.






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